Por un camino quedamos unidos, desde un comienzo en un destino
quiso la tierra juntarnos al norte, quiso la vida dejarnos al borde...
Hoy recuerdo algunos pasos y también una mirada,
En este cruce a escondidas tambalean algunas lágrimas,
he oido muchas veces que nadie se cruza por azar,
y esta vez vos te cruzaste hasta la ruta final.
En el espanto del pasado, pensamos que será del futuro
pero porque pensarlo si ya tendrá su fruto...
Mas valioso fue esa vez que endulzaste mi vista con tu gota derramada,
por primera vez, en aquel tren, a la noche, en madrugadas...
Hoy te veo amando la tierra, pues guarda ella lo tuyo más querido,
la patria al hombro, la patria en el corazón,
de aquella que hablamos, pensando en montañas,
pensando en los cielos, imaginando un mañana...
Queriendo ver con vos el lucero del alba,
aguardando bajo un árbol a que pase la lluvia,
imitando el sonido con mi voz de tu guitarra...
Cuales noches han de ser las más fogozas de aquel nido,
pues todas ellas han de ver lo que el invierno nos da como abrigo.
Siempre en tu razón amasando pensamientos,
hablando por fuera pero menos que por dentro,
a mi lado por las tardes, mandando al frente a tus verdades,
cuidando que la luna por la noche no deje de brillar.
Y hoy recuerdo un recuerdo inolvidable,
hoy siento lo que ha podido ser,
hoy espero la llegada del otoño
y a tu lado amanecer.
Nuevamente me despido, con mis sinceras melodías
deseando que hoy disfrutes feliz
un año más de tu vida...
Y sin querer, la espina se metió entre dos corazones, no lo quise, no lo vi,
queriendo escapar, entré en un sin razón de verdades,
queriendo llegar hacia ningún lado, encontré un callejón...
Se hizo larga la rama que atravezó mi pecho uniéndome al dolor
desde su pequeña punta del muro, hasta el final de la noche...
Y no hallé explicación.
¿Cómo puedo revertir el mal sabor que dejé sobre el colchón?,
ya que aniquilé la alegría de un momento,
¿Cómo puedo volver a sonreir luego de tanto llanto?,
si aún no te pude pedir perdón.
Hoy lo siento, hoy me quema,
hoy late con todo el corazón.
Pero nada tiene sentido, si todavía estás lejos de mi pasión.
No quisiera haber llegado a la ocasión
de que creas que quise hacerte mal
al haberme puesto a llorar,
en vez de haberte cantado, tal vez, una canción.
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