
La mirada de aquel ángel anda rastreando el susurro que no pudo ser, se le eriza la piel y encajan escalofríos cada noche, cada mes ...La sonrisa de aquel inocente va perdida buscando una boca en cual caber, se le abren los ojos y siente una lágrima, en cada sueño, cada amanecer ...Las caricias de su seda nunca dejó nacer, aquella ilusión de la vida en la mujer, su cuerpo se entregó para furia del dolor.
Y su vientre recibió la espesa sangre roja del eterno desamor ...
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