Quizá no existe viento que te haga recordar cuando mis manos acariciaban tu pelo.
Alimento momentos que están durmiendo en la tumba de tu alma.
Ya se detuvo el reloj, que ciertas noches, marcaba risas
Y otras tantas... algún serio dolor.
Y trato de acostumbrarme a tu rechazo
Intento endulzar tu indiferencia
Pero tu infierno puede más....
No será el momento en que te deba cantar una canción
Ni colmar de sonrisas a tu indulce corazón.
Las miradas pierden rumbo cuando cierras la puerta de mis manos hacia ti.
Rajaduras que no pagué pero llevé
Negocios (amorosos) insolubles en mi ser
Son las espinas que me llevan a enloquecer...
Cuando la pena profundiza en mis ojos
Mi voluntad se convierte en llanto
Quemando por completo
Mi aliento cada tanto...
No me atrevo a decifrar tus miradas...
No me animo a inquietarte por la espalda...
Tu espina pega fuerte, en mi yugular.
Fuegos arden furiosos en la fila del horror
Que esperan tus pocos pasos a la espera del dolor.
No puedo provocar la chispa que no existe
En ti se agotó y ya nada más dijiste.
Si mi vuelo llega hoy, quiero pedirte perdón
Por no haberme dado cuenta
Que ya no llorabas mi adiós...
ESTÁS BUSCANDO UN PEQUEÑO INFIERNO PARA VOS...
¿DÓNDE SOPORTAR EL FUEGO DE TU ATAQUE DE HOY?
Si tu alma asi lo quiso, entonces entenderé
que otro destino estamos armando
del cual no sé si despejará o acercará nuestras nubes.
Pero sin o con ellas
el cielo sigue siendo cielo
y sabemos que existe y lo hermoso que es.
Tal vez otras fronteras te aflorarán
pero se que estube en algún punto de partida
de infiernos y agonias
o de esperanza y ternura.
Se ocultaron tus palabras
tras un manto de incertidumbre
y tengo a flor de piel
regalos y mil dulces.
Viajamos silenciosos
solitarios en busca de la nada… (o del todo?)
para que un encuentro nos sorprenda
y vivamos de hogueras...
Si quedaste atrapado en el futuro
sabré comprender
que hace tiempo
deseabas apartarte de mi ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario