
Se aprende a vivir en carne propia el resultado de cada decisión y comportamiento en la vida.
El sufrimiento permite entender la felicidad, la angustia permite entender la paz.
Todas las circunstancias, aún las más difíciles, son perfectas pues son lecciones para el perfeccionamiento espiritual.
Se tiene lo que corresponde en cada vida.
La muerte es solo un paso a otra experiencia de aprendizaje.
El hombre reencarna muchas veces, al principio su animalidad es dominante, la intolerancia y la agresión determinan una vida de sufrimiento. Poco a poco se satura del dolor y al buscar remediarlo deja de atacar y encuentra la paz y con ella, altos niveles de energía vital.
En medio de las contradicciones de cada vida se aprende algo y se renace un poco más sabio. Al experimentar en carne propia los tormentos y la angustia que producen la ira, el odio, el rencor o la venganza, se comprende el valor de la armonía.
Al comprender que cada decisión produce paz o sufrimiento se puede pasar del infierno de la vida al cielo de la misma.
Algunos están más evolucionados que otros, pero todos llegarán a la inmortalidad y la consciencia permanente, solo aprendiendo a ser flexibles, a aceptar las circunstancias y a respetar a todos los seres que nos rodean.
El camino puede ser de sufrimiento o de paz y armonía, depende que se valore lo que se tiene y se agradezca la oportunidad de estar vivos para tomar consciencia de que fuimos creados por amor.
Osiris es el señor de la reencarnación. Representa la fuerza que impulsa el proceso evolutivo del hombre a través de muchas vidas, trasmutándolo en un ser perfecto e inmortal.
La reencarnación es un proceso evolutivo para que el hombre comprenda la razón del universo. Se amplia la información en la consciencia a través de muchas vidas, lentamente, para transformar la ignorancia en sabiduría. Un proceso que convierte espíritus inocentes en seres experimentados que comprenden la razón de su existencia.
La reencarnación transforma a un ser rígido y tenso, que permanece en la baja vibración del miedo, en un ser flexible etéreo que vibra en la altísima frecuencia del amor.
Poco a poco la sucesión de vidas transforman a un hombre animal en un ser sabio y respetuoso que puede manejar con responsabilidad inmensos poderes, un super hombre.
En cada vida tiene una nueva personalidad, tiene una familia distinta en otro sitio y tiempo para experimentar situaciones definidas por un nuevo destino. Tiene una mente libre para decidir como actuar ante las situaciones que atraviesa, para analizar los resultados de su comportamiento, así evoluciona, al tomar millones de decisiones y experimentar sus resultados.
En cada vida se tiene un nuevo cuerpo que obedece las decisiones de la mente y envía permanentemente información del mundo exterior a través de unos sentidos o terminaciones nerviosas, vida tras vida experimenta una serie de circunstancias al relacionarse con otros seres. Los eventos difíciles son la lección que vino a aprender, el destino que le corresponde.
La reencarnación transforma poco a poco al hombre en un ser tolerante, aprende a respetar a los demás, a no querer cambiar a nadie, a ser flexible, pues comprende que todos tienen su misión.
Evoluciona y entiende que experimenta lo que le corresponde para aprender, que tiene lo que necesita, que todo lo que sucede es perfecto, pues los contrastes existen para comprender el universo y así desarrolla una gran confianza en Dios, El Universo, El Todo, El Absoluto.
Transforma el sufrimiento en paz, la intolerancia en respeto, la agonía en armonía, encuentra la felicidad y al hacerlo eleva su energía vital, accede a sentidos y poderes adicionales, se convierte en un ser vulnerable.
La reencarnación transforma un hombre mortal y limitado con consciencia temporal en un ser inmortal con consciencia permanente que puede entrar y salir voluntariamente de la materia. Se vive más de una vez. La muerte es solo una puerta para cambiar de circunstancia, recibir otro destino. Cada vida es una lección distinta, una parte del proceso del perfeccionamiento para llegar tarde o temprano, a través del respeto y la paz interior a la inmortalidad.
EL nombre es la vibración de la palabra divina que da forma al cuerpo y define la personalidad temporal del espíritu encarnado. En cada vida se obtiene uno distinto, es la lección de turno, el destino que define las circunstancias que se necesitan para aprender.
El hombre evoluciona hacia la consciencia absoluta, el destino divino del hombre es llegar al siguiente paso de la evolución, un ser espiritual y supra mental.
El sufrimiento permite entender la felicidad, la angustia permite entender la paz.
Todas las circunstancias, aún las más difíciles, son perfectas pues son lecciones para el perfeccionamiento espiritual.
Se tiene lo que corresponde en cada vida.
La muerte es solo un paso a otra experiencia de aprendizaje.
El hombre reencarna muchas veces, al principio su animalidad es dominante, la intolerancia y la agresión determinan una vida de sufrimiento. Poco a poco se satura del dolor y al buscar remediarlo deja de atacar y encuentra la paz y con ella, altos niveles de energía vital.
En medio de las contradicciones de cada vida se aprende algo y se renace un poco más sabio. Al experimentar en carne propia los tormentos y la angustia que producen la ira, el odio, el rencor o la venganza, se comprende el valor de la armonía.
Al comprender que cada decisión produce paz o sufrimiento se puede pasar del infierno de la vida al cielo de la misma.
Algunos están más evolucionados que otros, pero todos llegarán a la inmortalidad y la consciencia permanente, solo aprendiendo a ser flexibles, a aceptar las circunstancias y a respetar a todos los seres que nos rodean.
El camino puede ser de sufrimiento o de paz y armonía, depende que se valore lo que se tiene y se agradezca la oportunidad de estar vivos para tomar consciencia de que fuimos creados por amor.
Osiris es el señor de la reencarnación. Representa la fuerza que impulsa el proceso evolutivo del hombre a través de muchas vidas, trasmutándolo en un ser perfecto e inmortal.
La reencarnación es un proceso evolutivo para que el hombre comprenda la razón del universo. Se amplia la información en la consciencia a través de muchas vidas, lentamente, para transformar la ignorancia en sabiduría. Un proceso que convierte espíritus inocentes en seres experimentados que comprenden la razón de su existencia.
La reencarnación transforma a un ser rígido y tenso, que permanece en la baja vibración del miedo, en un ser flexible etéreo que vibra en la altísima frecuencia del amor.
Poco a poco la sucesión de vidas transforman a un hombre animal en un ser sabio y respetuoso que puede manejar con responsabilidad inmensos poderes, un super hombre.
En cada vida tiene una nueva personalidad, tiene una familia distinta en otro sitio y tiempo para experimentar situaciones definidas por un nuevo destino. Tiene una mente libre para decidir como actuar ante las situaciones que atraviesa, para analizar los resultados de su comportamiento, así evoluciona, al tomar millones de decisiones y experimentar sus resultados.
En cada vida se tiene un nuevo cuerpo que obedece las decisiones de la mente y envía permanentemente información del mundo exterior a través de unos sentidos o terminaciones nerviosas, vida tras vida experimenta una serie de circunstancias al relacionarse con otros seres. Los eventos difíciles son la lección que vino a aprender, el destino que le corresponde.
La reencarnación transforma poco a poco al hombre en un ser tolerante, aprende a respetar a los demás, a no querer cambiar a nadie, a ser flexible, pues comprende que todos tienen su misión.
Evoluciona y entiende que experimenta lo que le corresponde para aprender, que tiene lo que necesita, que todo lo que sucede es perfecto, pues los contrastes existen para comprender el universo y así desarrolla una gran confianza en Dios, El Universo, El Todo, El Absoluto.
Transforma el sufrimiento en paz, la intolerancia en respeto, la agonía en armonía, encuentra la felicidad y al hacerlo eleva su energía vital, accede a sentidos y poderes adicionales, se convierte en un ser vulnerable.
La reencarnación transforma un hombre mortal y limitado con consciencia temporal en un ser inmortal con consciencia permanente que puede entrar y salir voluntariamente de la materia. Se vive más de una vez. La muerte es solo una puerta para cambiar de circunstancia, recibir otro destino. Cada vida es una lección distinta, una parte del proceso del perfeccionamiento para llegar tarde o temprano, a través del respeto y la paz interior a la inmortalidad.
EL nombre es la vibración de la palabra divina que da forma al cuerpo y define la personalidad temporal del espíritu encarnado. En cada vida se obtiene uno distinto, es la lección de turno, el destino que define las circunstancias que se necesitan para aprender.
El hombre evoluciona hacia la consciencia absoluta, el destino divino del hombre es llegar al siguiente paso de la evolución, un ser espiritual y supra mental.
Las Personalidades maduran en el tiempo y el Alma evoluciona en la eternidad ...
(EL Ojo De Horus)
¿Querés Ser Parte?
Tengo Miedo .... Las cosas huelen mal, o bien? quién sabe? quién no? Hay tantos recuerdos que exprimen mi mente alocada de ironías y verdades escondidas, quien fuera filósofo para incrementar ideas en la mente humana necia en querer conocer y saber de lo que se trata el universo. De todos modos a nuestra manera inculcamos ramas pequeñas de conocimiento y consciencia absoluta en cada ente que cruzamos en la vida de nuestro destino divino. La evolución es de todos, de cada ser que habita en el mundo terrenal y en algún otro mundo que no sabemos si existe. Bienaventurado sea quien por lo menos sabe que la perfección espiritual existe y espera por todos nosotros. Con el traspaso de los meses la consciencia se agudiza y el poder supremo nos llena de sabiduria, incrementándonos ésta, más poder, fuerza, armonía y fortaleza a niveles extraordinarios. El fin se acerca, la era evolutiva nos espera, quienes estén más preparados renacerán de las tinieblas y verán un nuevo Sol... nuevas facultades extrasensoriales obtendremos y un nuevo tiempo de paz y armonia acontecerá.
ºººººººººº Lo Divino Vive En Tí ºººººººººº
(Priscilla)
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