
Somos poetas de la muerte
poetas de prozas ensañosas con dolores,
somos las palabras de los ignorantes y sus penas
somo quienes damos un tinte diferente a las condenas.
Somos los poetas de la sociedad que se haya delirante
bajo sus oscuros planes a ninguna parte.
Somos el terror de aquellos a quienes disparamos
pues no pueden atacarnos, si a la maldad batallamos.
Porque mientras más arpía sea la maldad, mas se nutre de nuestra verdad.
Porque salimos de testigo de inocentes analfabetos y sus cien castigos.
Somos los que damos una luz enredada en un poema
de miserias y matanzas humanas.
Encontramos alegrías en cada letra del horror
y damos el tinte de frutos a las palabras de amor.
Todo acorde a nuestra propia melodía.
la melodía de la razón, la melodía del sentimiento.
La melodía de las manos, la melodía del corazón.
Nuestras esperanzas nunca agonizan
aunque la mirada triste se halle,
buscamos ocio en paisajes con humo
inventando historias que a la población falte.
Y si reír quieren de nuestros cuentos
pues con dureza avancen,
mientras ustedes más aviven habladurías
nosotros más lejos estamos de su alcance.
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