Oh Juventud Perdida! Dinastía diabólica de los confines de una pulcra sociedad desfigurada
Tu psicosis se comprime acorralada como guerra empedernida cosechada contra la malaria adulta desalmada...
El conserje del nuevo pelotón multifacético busca remendar el error de la historia de la razón
y como el río Paraná te escabulles de entre sus manos, porque tu tienes tu propia realidad.
Que no es la misma mirada penetrante de aquel sargento ausente de piedad.
Comandas tu sensibilidad, exploras tu Tierra a fuerza de piernas de caballo,
rinconeas en las frías noches batallas perdidas contra la soledad y el miedo.
Es tu confrontación para con tu raza, la alegría de aquellos jubilados y mediocres mentales.
Una sociedad que no se haya con tu noble soberbia cuando lástimas con tu espantoso labial.
Te ves allí, solo, pues tu maestro de hazañas dejó de confiar en ti...
Ya que tu pensabas diferente a él. Macabro! ¿Acaso no era partidario de las ideas personales
que difieren del resto!? ¿De los insultos nuevos correteando entre bocas distintas como cada gota de lluvia caída?
¿No fue él quién te enseñó a no callar tus pensamientos y redoblar la apuesta cuando querían silenciarte?
¿Acaso no fue quién demostró que la libertad no es solo no ser esclavo del mundo sino también expresar
nuestro dolor reprimido y los secretos a los que la humanidad huye por temor?
... Estás cerca de pasar el límite de sentirte traicionado y hacer del mundo que te rodea el polvo mismo de la nada.
El infortunio te pudrió, la rudeza de huecos corazones te desinteresó.
Tu planeta es solo un pedazo simple del Universo de tu mente. ¿Qué vale pertenecer a él?
Cuando el mismo te condena.
Lo más glorioso es volar, con tu mente, tus alas y con tus piernas...
Tu psicosis se comprime acorralada como guerra empedernida cosechada contra la malaria adulta desalmada...
El conserje del nuevo pelotón multifacético busca remendar el error de la historia de la razón
y como el río Paraná te escabulles de entre sus manos, porque tu tienes tu propia realidad.
Que no es la misma mirada penetrante de aquel sargento ausente de piedad.
Comandas tu sensibilidad, exploras tu Tierra a fuerza de piernas de caballo,
rinconeas en las frías noches batallas perdidas contra la soledad y el miedo.
Es tu confrontación para con tu raza, la alegría de aquellos jubilados y mediocres mentales.
Una sociedad que no se haya con tu noble soberbia cuando lástimas con tu espantoso labial.
Te ves allí, solo, pues tu maestro de hazañas dejó de confiar en ti...
Ya que tu pensabas diferente a él. Macabro! ¿Acaso no era partidario de las ideas personales
que difieren del resto!? ¿De los insultos nuevos correteando entre bocas distintas como cada gota de lluvia caída?
¿No fue él quién te enseñó a no callar tus pensamientos y redoblar la apuesta cuando querían silenciarte?
¿Acaso no fue quién demostró que la libertad no es solo no ser esclavo del mundo sino también expresar
nuestro dolor reprimido y los secretos a los que la humanidad huye por temor?
... Estás cerca de pasar el límite de sentirte traicionado y hacer del mundo que te rodea el polvo mismo de la nada.
El infortunio te pudrió, la rudeza de huecos corazones te desinteresó.
Tu planeta es solo un pedazo simple del Universo de tu mente. ¿Qué vale pertenecer a él?
Cuando el mismo te condena.
Lo más glorioso es volar, con tu mente, tus alas y con tus piernas...
Juventud.
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